Tetracampeona

En el caso del fútbol sala, no existe equipo más grande que la Selección española. Su palmarés se torna más lustroso a cada torneo que disputa y sus éxitos interminables demuestran que los frutos de su trabajo no son producto de la casualidad, sino de un estilo, de una escuela, iniciada por el maestro Javier Lozano, que José Venancio López promete perpetuar como su alumno más aventajado.
Desde el primer minuto, España sacó las uñas y metió miedo a la rocosa Brasitalia. El equipo de Nuccorini sólo había recibido un gol en todo el Europeo y prometía dar batalla. Quizás fue ese aroma brasileño el que despertó la furia de la campeona del mundo. Podría tomarse como un primer aviso de cara al Mundial de 2008, que se disputará en zona canarinha.
El resultado final fue un 3-1 a favor de España, por lo que se proclamo campeona de Europa, y en el que los últimos minutos del partido sirvieron para la recreación de la afición española, incansable, y para que Luís Amado pusiera la guinda a su impresionante torneo con un recital de paradas de todos los registros. Por algo es el mejor del mundo.